Malvinas
¿A quién le importan las Malvinas?
Esas islas perdidas en el sur del Atlántico hoy sólo son un símbolo: la de la gesta del "heroico pueblo argentino" contra el "poderoso y usurpador Imperio Británico".
Pero no existe ese heroico pueblo. Hay que inventar este tipo de historias para que los individuos de escaso vuelo mental crean que son parte de un "pueblo elegido". Es una forma de que crean, y de hacerles creer, que son parte de algo único e importante.
Malvinas es el símbolo de la lucha del débil contra el fuerte, esa figura de la que tanto rédito han sacado (y sacan) los políticos en busca de votos y popularidad. Es el símbolo que logró llenar plazas y derramar vítores dirigidos a los oídos de personas de mente enferma.
Pero cuando el símbolo se transformó en realidad, los argentinos cayeron en la cuenta de que con la imaginación de la gesta y del heroísmo no se gana nada. Fue en esa cuasi-guerra (en donde Argentina fue vencida por el meñique de Inglaterra) donde la ilusión de ser el "pueblo elegido" se transformó en la triste verdad del "pueblo demente".
¿Quién quiere las Malvinas? Solo la gente enferma. La que no tiene remordimientos de enviar a seres humanos a una muerte segura. La que quiere engañar a esos individuos llamados argentinos, haciéndoles creer que son parte de algo importante.
¿Los engañarán una vez más?
Esas islas perdidas en el sur del Atlántico hoy sólo son un símbolo: la de la gesta del "heroico pueblo argentino" contra el "poderoso y usurpador Imperio Británico".
Pero no existe ese heroico pueblo. Hay que inventar este tipo de historias para que los individuos de escaso vuelo mental crean que son parte de un "pueblo elegido". Es una forma de que crean, y de hacerles creer, que son parte de algo único e importante.
Malvinas es el símbolo de la lucha del débil contra el fuerte, esa figura de la que tanto rédito han sacado (y sacan) los políticos en busca de votos y popularidad. Es el símbolo que logró llenar plazas y derramar vítores dirigidos a los oídos de personas de mente enferma.
Pero cuando el símbolo se transformó en realidad, los argentinos cayeron en la cuenta de que con la imaginación de la gesta y del heroísmo no se gana nada. Fue en esa cuasi-guerra (en donde Argentina fue vencida por el meñique de Inglaterra) donde la ilusión de ser el "pueblo elegido" se transformó en la triste verdad del "pueblo demente".
¿Quién quiere las Malvinas? Solo la gente enferma. La que no tiene remordimientos de enviar a seres humanos a una muerte segura. La que quiere engañar a esos individuos llamados argentinos, haciéndoles creer que son parte de algo importante.
¿Los engañarán una vez más?
Patriotismo,nacionalismo, la misma basura. Como si un pedazo de tierra me definiera en mi condición de individuo.
Se fijaron los fantoches del Pensamiento Nazional (Jauretche,Yupanqui, el coronel Guiraldes. Scalabrini Ortiz, Ibarguren, Alejandro Dolina)que las Malvinas son un cascote de morondanga en una hielera frente a un territorio enorme y estêril.
Debería hablar señor Martín del Pensamiento Nazional.
"Mira gaucho salvajón que mi manop anda curiosa de hacerte ver que cosa es tin-tin y refalosa...."
Posted by Anónimo | 4/04/2006 2:31 p. m.