Blog para destruir mitos

Los mercenarios pagos por el oficialismo se quejan de que si no se aprueban los "superpoderes" el nefasto patagónico no podrá "gobernar".
Lo que no se dan cuenta es que, precisamente, la Constitución no ha querido que el Ejecutivo haga lo que le venga en gana, porque como su nombre lo indica, es un poder que debería limitarse a "ejecutar" las leyes que dicta el Congreso, que es el ámbito natural para que los representantes de los ciudadanos legislen.
Cuando un gobernante pretende hacer lo que los gobernados no estarían dispuestos a permitirle (si se los dejara expresar), estamos ante un régimen que tiene un nombre que lo distingue de todos los demás: tiranía.
Pero como siempre, el problema es nuestro, por no haberle dejado suficientemente en claro a este sujeto (y a sus predecesores) que no es un líder iluminado ni mucho menos, sino un simple empleado de los ciudadanos, como tal sometido a la Constitución y con un poder limitado.
¿Hasta cuando vamos a soportar que cualquier imbécil pueda disponer de nuestros impuestos a voluntad?
¿Hasta cuando vamos a seguir financiando los delirios de grandeza y la megalomanía de cualquier idiota que ocasionalmente gane una elección?

Ni siquiera un líder iluminado debería tener poderes ilimitados. Mejor dicho, especialmente tampoco un líder iluminado. Por bueno que sea. Las medidas de emergencia deben ser sólo para la emergencia, y aún así, con la autorización y el control del Congreso, como lo indica la Constitución.