Sobre la democracia
A partir de las nefastas experiencias dictatoriales relativamente recientes, la democracia se ha convertido en una "vaca sagrada" para los argentinos.
Criticar la democracia como sistema de gobierno es, prácticamente, ser un paria intelectual.
Sin embargo, es un hecho que la democracia argentina no sirve para nada:
- Es una democracia representativa que en los hechos representa a muy pocos.
- Es una democracia de partidos, en donde se votan a las personas. Los partidos parecen haberse constituídos cáscaras vacías, en meros financiadores de campañas.
- Es una democracia que, para que funcione, necesita que los presidentes cuenten con "poderes extraordinarios".
En suma, es una democracia de forma, y no de contenido.
¿Para qué engañarnos entonces? ¿Por qué no sincerarnos cambiando en la Constitución el sistema político para incorporar uno más realista?
Al final, ni siquiera en las más altas leyes puede evitarse que el ser argentino surja: nos importa como nos ven, no lo que verdaderamente somos.
Criticar la democracia como sistema de gobierno es, prácticamente, ser un paria intelectual.
Sin embargo, es un hecho que la democracia argentina no sirve para nada:
- Es una democracia representativa que en los hechos representa a muy pocos.
- Es una democracia de partidos, en donde se votan a las personas. Los partidos parecen haberse constituídos cáscaras vacías, en meros financiadores de campañas.
- Es una democracia que, para que funcione, necesita que los presidentes cuenten con "poderes extraordinarios".
En suma, es una democracia de forma, y no de contenido.
¿Para qué engañarnos entonces? ¿Por qué no sincerarnos cambiando en la Constitución el sistema político para incorporar uno más realista?
Al final, ni siquiera en las más altas leyes puede evitarse que el ser argentino surja: nos importa como nos ven, no lo que verdaderamente somos.